1 de septiembre de 2007

El tabaquismo en las mujeres (Notifé 72 Setiembre - octubre de 2007)



Según estudios internacionales, el consumo de tabaco en mujeres está siendo cada vez más frecuente y lleva a serios problemas de salud que afectan no solo a la mujer, sino también a sus familias e hijos.

Por Alfredo Nomore

El tabaco es la principal causa de muertes prevenibles, enfermedades y discapacidades en el mundo, donde cada año mueren 5 millones de personas a causa del tabaquismo. Según datos oficiales, se espera que en el año 2030 sean 10 millones de muertes de las cuales 7 millones ocurrirán en países pobres. Cada año en Argentina mueren más 40.000 personas por enfermedades relacionadas con el tabaco, lo que representa el 16 % del total de las muertes de personas mayores de 35 años.

Influencia del tabaco en el organismo
Las consecuencias del tabaco para la salud son de dos tipos. Aquellas debidas al consumo directo y aquellas que se producen debido a la exposición involuntaria al humo de tabaco ambiental (tabaquismo pasivo). También hay consecuencias inmediatas (el consumo de tabaco comienza a dañar el organismo ni bien se comienza a fumar) y consecuencias que se observan años después de empezar a fumar. Hasta la fecha se han publicado miles de artículos y revisiones que muestran que el tabaquismo se asocia con alteraciones en todos los órganos y sistemas.

Consumo de tabaco en mujeres
Según estudios internacionales, el consumo de tabaco en mujeres está siendo cada vez más frecuente y lleva a serios problemas de salud que afectan no solo a la mujer, sino también a sus familias e hijos.
El aumento importante del consumo en mujeres de países en desarrollo y la disminución del consumo en mujeres de países más desarrollados va a llevar a que en las próximas décadas, el tabaquismo cause mayor número de muertes en mujeres de países en desarrollo que en mujeres de países desarrollados.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, Argentina es uno de los países del mundo donde hay más mujeres fumadoras. Una encuesta realizada en la población general en nuestro país en el 2004 muestra que el consumo en hombres es mayor que en las mujeres (38% vs 27.6%). Sin embargo, ya existen estudios que demuestran que las adolescentes fuman más que los adolescentes. Por lo que en el futuro puede llegar a haber más mujeres fumadoras que hombres.

Efectos del tabaco en la salud
de las mujeres

Las mujeres sufren las mismas complicaciones del consumo de tabaco que los hombres: enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas. Sin embargo, algunas de estas complicaciones son más severas en las mujeres. Aparte, en las mujeres fumadoras se afecta el sistema óseo y el sistema reproductivo. Las mujeres fumadoras de 45 -74 años tienen el doble de riesgo de muerte que las mujeres que nunca han fumado. Las mujeres que fuman tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares que los hombres. De hecho, los cigarrillos “light”, bajos en nicotina y alquitrán, más populares entre las mujeres, suelen producir mayores cantidades de monóxido de carbono, un importante factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.
Estudios internacionales demuestran que las mujeres que fuman presentan mayor riesgo de sufrir derrame cerebral, sobre todo las mayores de 35 años que fuman y toman anticonceptivos orales.

Cáncer
Antes, el cáncer de pulmón en la mujer era rarísimo. Sin embargo, en 1987 en los Estados Unidos las muertes causadas por cáncer de pulmón superaron a las producidas por el cáncer de mama. El consumo de tabaco es el responsable del 87% de los cánceres de pulmón. El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta con la cantidad, duración e intensidad del consumo. El riesgo de muerte por cáncer de pulmón es 20 veces más frecuente entre las mujeres que fuman dos o más paquetes de cigarrillos diarios que entre las que no fuman. Además, el consumo de tabaco en las mujeres es una de las principales causas de cáncer de boca, faringe, vejiga, hígado, colon, cuello del útero, páncreas, laringe, esófago y riñón.

Enfermedad pulmonar

El tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) en las mujeres y el riesgo aumenta en función de la intensidad y duración del consumo.

Sistema reproductivo
La nicotina disminuye los estrógenos que son una hormona esencial para el funcionamiento de los ovarios. Esto lleva a alteraciones del ciclo menstrual, tensión premenstrual, menstruaciones muy dolorosas, ciclos irregulares o falta de menstruación. También alteraciones en la fecundidad. Las mujeres fumadoras suelen tener menor fertilidad y más problemas para quedar embarazadas. Esos efectos negativos del tabaco son reversibles en la medida en que se deja de fumar. Por esto se aconseja a las mujeres que quieren quedar embarazadas que dejen de fumar.
El tabaquismo también provoca alteraciones durante el embarazo. Las mujeres fumadoras tienen más abortos, partos prematuros, desprendimientos de placenta que las no fumadoras. Las mujeres fumadoras suelen tener la menopausia 2-3 años antes que las no fumadoras.
El fumar tabaco también afecta al sistema gastrointestinal, por lo que las mujeres fumadoras tienen más riesgo de tener úlceras y problemas de vesícula. También afecta al sistema óseo, ya que la disminución de estrógenos lleva a la descalcificación ósea (osteoporosis).

Qué hace el tabaco con nuestra imagen
El monóxido de carbono de los cigarrillos reemplaza al oxigeno y hace que la piel reciba menor oxigenación. Esto lleva a un envejecimiento prematuro de la piel (arrugas prematuras) y a la caída del cabello. Las mujeres fumadoras también tienen más frecuencia de cataratas.

Tabaco y control de peso
Estudios hechos en varios países demuestran que una de las razones que las adolescentes mencionan para comenzar a fumar es para “no comer”, para bajar de peso o para mantenerse delgadas. Las mujeres que están preocupadas por su peso comienzan a fumar más, les cuesta más dejar de fumar y si lo hacen suelen volver a fumar al poco tiempo. El miedo a engordar es un factor importante que hace que menos mujeres que hombres traten de dejar de fumar. Es cierto que algunas personas aumentan de peso al dejar de fumar. Hay varias razones que explican esto. La nicotina es altamente adictiva por estimular los centros cerebrales del placer. Al dejar de fumar, esa sensación de placer se transforma en ansiedad y angustia que puede traducirse en querer comer más. La nicotina por otra parte aumenta la velocidad del metabolismo, por lo tanto al dejar de fumar éste se vuelve más lento. Finalmente, al dejar de fumar, se perciben mejor los olores y los sabores por lo que dan más ganas de comer, especialmente alimentos desaconsejables como las grasas y el azúcar. Pero hay que tener bien en claro que el consumo de tabaco es la primera causa prevenible de enfermedad y muerte prematura en el mundo. De esta manera llegamos a la conclusión que fumar no es la mejor manera de bajar o mantener el peso.

Lo más importante para dejar de fumar y no engordar es tener una alimentación sana y equilibrada, tomar mucho líquido y aumentar la actividad física. Además, no tener miedo en pedir ayuda para dejar atrás una de las adicciones más fuertes que encadenan al humo de tabaco a millones de personas en el mundo.

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