2 de julio de 2009

La Cruz del Sur de la Educación (Notifé 82 Julio - agosto de 2009)

Por Luciano Giusti

La Cruz del Sur de la Educación



Bibliotecas Solidarias


El Dr. Rubén Sosa, médico pediatra del hospital de niños, realiza campañas solidarias a favor de la salud y la cultura del libro

“Juntar 100 mil libros para escuelas de cuatro puntos cardinales de Argentina”. Ése es el objetivo de este médico pediatra del hospital Pedro de Elizalde (ex casa Cuna). La idea se le ocurrió en Los Antiguos, provincia de Santa Cruz, y fue una vez que concretó una de sus bibliotecas solidarias en una escuela que había perdido sus libros en un incendio. El Dr. Sosa relata que una vez que llegó allí con más de 6000 ejemplares para reorganizar la biblioteca, “le pedí a una maestra que me acercara un mapa, uní con una regla el lugar en el que estábamos con el norte, y la línea recta cayó en Misión de la Paz, provincia de Salta.” Hizo lo mismo para los otros puntos cardinales y así completó ese día su proyecto de la Cruz del Sur de la Educación, con las localidades de Calingasta (San Juan), y Villa Paranacito (Entre Ríos). Junto a la biblioteca de Los Antiguos, lleva realizadas las dos primeras, con una biblioteca de 25 mil ejemplares para la escuela sanjuanina y una de 10 mil para la institución jujeña. Para juntar libros, suele organizar barrileteadas con sus pacientes y sus familias donde también hace promoción de la salud.

¿Cuándo nació tu necesidad de armar estas movidas solidarias?
Comenzó hace cerca de quince años cuando quería reunirme con mis pacientes en salud. Como soy infectólogo y pediatra de la ex casa Cuna, habitualmente los veía en mal estado hasta que mejoraban, les daba de alta y luego los volvía a ver en algunos controles. Pero no me alcanzaba. Un día volviendo del hospital hacia Avellaneda, donde vivo, vi sobre el Riachuelo un barrilete de color rojo... Ahí me acordé del que mi padre me hizo y jamás olvidé. Luego recordé lo que una vez me había comentado un taxista mexicano cuando viajé al primer Congreso Mundial de Infectología Pediátrica. Él me preguntó si yo había ido al museo del "Papalote", y yo no tenía idea de qué era eso. El hombre me explicó que se estaba tratando de reunir a la familia a través de ese juego. El papalote o barrilete es un juguete que se construye en familia, se remonta en familia, te hace mirar el cielo y se puede hablar; algo que no te permiten las pantallas de TV o de la computadora. El cielo en este caso es la mejor pantalla.
Así fue que invité en el año 1995 a un grupo de pacientes y vinieron 50 familias. En las ultimas barrileteadas, donde los chicos prometieron no fumar ni aceptar drogas, había alrededor de 6000 personas.

El Dr. Rubén Sosa durante una barrileteada en la provincia de San juan

¿Cómo se relaciona tu profesión de médico pediatra con estas movidas solidarias?

Forma parte de mi profesión, me hace un poco mejor médico y junto a mis pacientes para hablar de ecología y salud. En una de esa movidas cada uno trajo un árbol y plantamos 4.000 en terrenos contaminados en Avellaneda, en lo que se llamó el proyecto L.A.U.R.A.( Los Árboles Urgente Reclaman Ayuda), y hablamos sobre donación de órganos junto al Incucai y el Cucaiba. Para hablar de ciertas soledades en la tercera edad, fuimos con mis amigos a los geriátricos y junto al grupo comunitario de Pami, hicimos talleres de barriletes. Que repetimos en los servicios de Oncohematología de los hospitales Garrahan, Elizalde, Posadas, Gutiérrez y de la Casa Garrahan. Además concientizamos sobre la importancia del hospital público, ultimo jirón de dignidad de una sociedad.

¿Es una forma de profundizar la relación con tus pacientes?
Es un complemento esencial, al menos para mí. Si mi tarea termina en la receta que escribo... si solamente es lo técnico no alcanza. Me parece que la relación médico paciente puede ir más allá y se puede hacer mucho desde la prevención. Mirá si cada médico se reuniera con sus pacientes una vez por año para bajar líneas de promoción y protección de la salud. Sería una revolución, no harían falta campañas de nada. Quién mejor que mi cardiólogo para decirme en una reunión informal junto a otros pacientes, que el colesterol puede matar. Y así con cada especialidad. No digo que se reúnan a remontar barriletes, aunque es una buena excusa. Yo he firmado más de 12 mil certificados donde los chicos me han prometido no fumar ni aceptar drogas. A cada lugar donde me reúno llevo ese diplomita y se los hago firmar, mientras ellos remontan un barrilete. Las barrileteadas son además un espacio donde nada se compra ni nada se vende.

En una de tus barrileteadas propusiste cambiar un juguete bélico por un barrilete ¿Cuál fue la respuesta de la gente?
Eso fue muy divertido y aprendí muchas cosas. Los chicos traían un juguete de guerra, lo rompían delante mío y yo les daba un barrilete a cambio. La cantidad que juntamos fue impresionante. Los juguetes bélicos fueron derretidos y transformados en platos para comedores sociales. El mensaje fue claro: Se puede jugar desde la paz, no desde la violencia.

En estos tiempos de pantallas, Internet y TV de alta definición ¿Por qué creés que son tan importantes los libros?
Porque los libros te hacen volar interiormente. Ellos crecen en tu interior y creo que existe una cierta comunicación íntima con el lector. Uno casi toca al autor y a sus personajes con el instrumento de la imaginación. Los libros además son más accesibles, no hace falta luz eléctrica para que aparezcan. Además, un libro te puede cambiar la vida.
En mi casa había dos: el pequeño Larousse Ilustrado y un libro de medicina que mi madre trajo una vez. Éramos de clase media tirando a un cuarto y yo miraba ese libro una y otra vez y un día me dije: "Yo quiero ser esto”. Y aquí estoy, por ese libro que la esposa del carnicero de Villa Lugano le pidió a una amiga.



¿Cuántos libros tenés reunidos y cuántos más te faltan para completar el proyecto de la Cruz del Sur de la Educación en Villa Paranacito?
En el subsuelo de la Casa Cuna tengo ya 15 mil, quiero llegar a 50 mil y hacer que la constelación de cuatro estrellas tenga 100 mil ejemplares en total. Un número redondo.
Ya conseguí el transporte y las lanchas para llevarlos. Irán a dos escuelas que se encuentran en las islas del Paraná y a otra para niños discapacitados. Sólo me falta completar la cantidad de libros y voluntarios para clasificarlos.

¿Cómo es la respuesta de los niños cuando llegan los libros y arman la biblioteca en su escuela?
Algunos se alejan con un libro y se sientan concentrados un largo rato. Otros piden por favor llevarlos a sus casas por miedo a no volver a encontrarse con un ejemplar que vieron. Y mientras tanto, los maestros lloran de alegría.

La Federación Médica Gremial de la Capital Federal invita a donar libros a todos los interesados en participar de “La Cruz del Sur de la Educación”. Los mismos pueden ser enviados al Dr. Sosa o pueden ser recepcionados en todas las sucursales de Femédica.


Dr. Rubén Sosa, Servicio de Infectología del hospital Pedro de Elizalde (Montes de Oca 40, 2do piso, ciudad de Buenos Aires) de lunes a viernes de 8 a 12. Email: rubensosa@gmail.com
Página web: www.historiasenelaire.com.ar

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