Este
3 de diciembre, nuevamente los médicos celebran su día y reclaman espacios de
diálogo para mejorar la salud de los argentinos
Por
Luciano Giusti
Entrevistamos
al presidente de la Federación Médica Gremial de la Capital Federal (FEMECA),
Dr. Jorge Iapichino, quien se refirió a la situación actual de los médicos,
“que arrastran problemas desde hace mucho tiempo, como la epidemia de los
juicios por mala praxis, la mayoría de las veces injustos y los bajos salarios
a los que le sumamos el deterioro constante de las condiciones laborales”. A su
vez, el presidente de FEMECA se refirió a un tema que preocupa y mucho a la
comunidad médica, como lo es el de la violencia cada vez mayor que sufren los
profesionales. Para Iapichino, “a la violencia hacia los médicos ejercida por
los pacientes o sus familiares, se suma la violencia del Estado y de algunos empleadores,
que persisten en prácticas ilegales, como el empleo no registrado, que es otra
forma de maltrato laboral. Todo esto genera una espiral de agresiones que
desalienta a los profesionales y explica la carencia de médicos de guardia en
determinados nosocomios, así como especialistas en terapia intensiva. Esto no
sabemos dónde puede terminar. De seguir este camino las consecuencias serán
siempre negativas, tanto para los profesionales como para la población.” A este
respecto, el dirigente de los médicos subrayó que “desde la Federación Médica
hemos propuesto reunirnos con las autoridades, porque no podemos tolerar que
los médicos sean maltratados en las guardias, en los consultorios y en ninguna
otra parte. Estamos dispuestos a dialogar y a buscar el consenso con las
autoridades, si es que ellos quieren hacerlo, porque a veces el “diálogo” se
utiliza como un slogan de campaña, y luego en la práctica no existe, y los
problemas no se resuelven o se solucionan de manera unilateral, generando más
problemas a los ya existentes. Las soluciones las encontramos entre todos o no
las encuentra nadie”, afirmó Iapichino.
¿Cómo
ve al sistema de salud hoy?
Los
tres sistemas, el público, el privado y el de la seguridad social, están
aquejados desde hace mucho tiempo por problemas de financiamiento,
específicamente por el asedio de los altos costos de los nuevos tratamientos y
el alto precio de algunos medicamentos para ciertas patologías. Solucionar este
gran problema del sistema de salud argentino no es tarea fácil, pero una
solución hay que encontrarle, porque está en juego la salud de la población y
miles de puestos de trabajo. La Federación Médica Gremial de la Capital Federal
ha presentado un camino posible con la idea de integrar a los tres subsistemas
de salud a través de la conformación de un Fondo
Nacional de Financiamiento de la Salud, que aliviaría la situación
económica del sistema sanitario argentino en su conjunto, y liberaría los
fondos necesarios para recomponer el salario médico, la incorporación de nuevas
tecnologías y el mejoramiento de las condiciones de trabajo, pero hasta el
momento no hemos recibido ninguna respuesta. Nuestro sistema de salud necesita
ir hacia un modelo superador, más igualitario y accesible. El proyecto está,
existe, se puede discutir y debatir incluso para mejorarlo, pero falta ese debate
necesario entre todos los actores del sistema y la voluntad política de
llevarlo a la práctica.
¿Cómo
es la situación del trabajo médico en negro?
Lamentablemente,
a pesar de los avances de estos últimos años, el trabajo médico en negro o
precario, sigue siendo un problema en el sector público y el privado. En este
último, existen algunas instituciones que todavía se resisten a regularizar a
sus trabajadores, no tomando en cuenta que el trabajo en negro resiente la calidad
de atención y es violento. La buena noticia es que en el último año muchos
empleadores han tomado conciencia de las ventajas de regularizar esta situación
y han comenzado a cumplir la ley. En el sector público existe una contratación
precarizada de miles de trabajadores, pero las autoridades a través de
resoluciones arbitrarias, cada tanto los eliminan, no llaman a concurso, ni nombran
a profesionales con estabilidad. El resultado es que se termina la contratación
precaria y desaparecen o se resienten cientos de servicios y programas en
hospitales y centros de salud. No se puede combatir el trabajo precario eliminando
el trabajo. Además, es un disparate que limita el acceso a la salud del sector más
necesitado de la población.
¿Por
dónde se puede empezar para mejorar la situación de los médicos en general?
La
única solución a las deficiencias del actual sistema de salud sólo la puede dar
la Política a través del diálogo con todos los sectores implicados. Para tener
un sistema de salud viable en lo económico, justo con los trabajadores y
equitativo, accesible y solidario con la población, se necesitan hoy más que
nunca espacios de diálogo y debate, para crear una política de Estado en salud.
Recién a partir de ahí los médicos vamos a poder tener un mayor desarrollo
profesional y apreciar mejoras en nuestro trabajo, que no es otro que el de
servir para una mejor salud de la población.
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